Los créditos rápidos son una buena solución para obtener liquidez inmediata. Cuando no se puede disponer de los ahorros y no se tiene a nadie que pueda echar una mano, pero a su vez resulta apremiante conseguir dinero para hacer frente a ciertos pagos e imprevistos, queda una vía: solicitar un préstamo.
Lo habitual es pedirle un préstamo al banco, pero los acuerdos con las entidades bancarias tradicionales suelen ser muchísimo más lentas y suelen tener unos requisitos que no hacen fácil que se aprueben las solicitudes.
Qué es un crédito rápido
Se trata de acuerdo firmado entre una persona física o jurídica y una entidad financiera por el cual, la entidad presta una cantidad de dinero determinada que el solicitante se compromete a devolver dentro de un periodo de tiempo estipulado. El solicitante deberá devolver el dinero prestado y unos intereses pactados de antemano.
Cómo funciona un crédito rápido
El proceso de solicitud de un crédito rápido es muy sencillo. Solo necesitas elegir la entidad con la que vas a contratar el servicio, algo para lo que puedes utilizar un comparador de préstamos como CashEddy, e iniciar los trámites, que son muy sencillos y muy básicos, para que en poco tiempo y de manera muy cómoda puedas disponer del dinero.
Tendrás que decidir la cantidad que necesitas y el plazo de tiempo en el que quieres devolver el préstamo. Dependiendo de esos dos factores principales, podrás saber con exactitud el interés del crédito.
Ventajas del crédito rápido
Los créditos rápidos tienen una serie de ventajas sobre los préstamos firmados con los bancos tradicionales:
- Rapidez de gestión: como su propio nombre indica, los créditos rápidos destacan por la rapidez con la que se realiza todo el proceso, desde que lo solicitas hasta que lo concede la entidad que lo gestiona.
- Pocos requisitos: por lo general, basta con aportar el DNI, documento con el que acreditar la mayoría de edad, un número de teléfono, un correo electrónico y una cuenta bancaria donde poder ingresar la cantidad solicitada.
- Comodidad: este tipo de créditos se puede gestionar por internet sin ningún tipo de problema, lo que evita tener que dar viajes, esperar colas, pedir documentación en sucursales…
- Alto porcentaje de aprobación: la mayor parte de los créditos rápidos que se solicitan se conceden, por lo que en poco tiempo puedes disponer de la liquidez que necesitas. En el peor de los casos, el crédito será rechazado, pero la solicitud, al ser gratuita, no te supondrá ningún gasto.
- Disponibilidad 24/7: el poder realizar la gestión a través de internet hace posible que puedas pedir el préstamo en cualquier momento. Cualquier día de la semana y a cualquier hora del día puedes pedir el dinero, para que lo tengas disponible lo antes posible.
- Sin explicaciones: no tendrás que dar ningún detalle sobre para qué quieres el dinero, así que tu privacidad será respetada por completo y podrás emplear el dinero en lo que quieras sin que nadie se entrometa en tus deseos y necesidades.
Sabiendo esto, si necesitas dinero de manera urgente o financiación para tu proyecto profesional, pedir un crédito rápido puede ser la solución que estás buscando.